Hace más de año y medio que ocurrió la tragedia aeronaútica en Los Alpes franceses cuando, intencionadamente, un copiloto de Germanwings estrelló su aeronave causando la muerte de 150 personas.
La Agencia de Seguridad Aérea Europea (EASA) ha propuesto recientemente una serie de medidas para mejorar la seguridad en lo relativo al estado de los pilotos y evitar que se vuelvan a repetir hechos como el citado al inicio.
En síntesis, las propuestas de la EASA -que influirá en la propuesta de ley que se debe presentar en Europa a finales de 2.016- son:

Anteriormente, la Oficina de Seguridad Aérea Francesa BEA, había aportado lo siguiente:

Seguro que hay muchas más recomendaciones pero, como mínimo, las aportaciones realizadas por estos dos organismos, de total solvencia, hacen pensar -y mucho- sobre qué se estaba haciendo con los exámenes médicos de los pilotos y dónde quedaba, en estos casos, lo más importante: su salud mental.

Ahora parece que se duda de la calidad de los exámenes, de la cualificación de los examinadores, del aviso a las autoridades en caso de estimarse riesgo para la seguridad pública o del sistema por el que ingresan los pilotos a la profesión. ¿Algo era confiable? Con respecto a la variable piloto, ¿estamos condenados a la suerte cuando nos subimos a un avión? ¿Incluyen los exámenes de salud una evaluación psicológica-psiquiátrica profunda del estado mental de los pilotos a intervalos períodicos? 
Os acompañamos, con el fin de ilustrar esta información, enlace a la noticia publicada al respecto en el diario El País.

http://internacional.elpais.com/internacional/2016/08/17/actualidad/1471422994_684873.html