Los que nos dedicamos a la Prevención de Riesgos Laborales y su aplicación solemos, entre otras frases y pensamientos, decir que la cultura preventiva es una de las asignaturas pendientes en nuestro tejido empresarial que alcanza a las actitudes de empresarios, directivos y trabajadores.

Seguro que todos, sin excepción, estamos de acuerdo en la necesidad de avance en este sentido y, por tanto, no está nunca de más volver sobre este asunto siempre que tengamos ocasión.

No hace mucho leía un breve texto basado en una información de la organizacion francesa ICSI (Instituto para una cultura de seguridad industrial) sobre 4 modelos de cultura de la seguridad.

No es la primera vez que se realiza una clasificación en este sentido y todas son bastantes coincidentes. Pero, como en prevención de riesgos laborales no se puede bajar la guardia nunca, conviene hacernos eco de esta clasificación.

Distingue el ICSI cuatro modelos, que prácticamente son niveles de avance secuencial:

Por nuestra experiencia en prevención de riesgos laborales como auditores, la cultura fatalista no es ya relevante y consideramos que es una etapa superada.

Por tanto, y tal como indica el ICSI, la mayoría de las empresas se encuentran -principalmente- en una cultura directiva y avanzando hacia la cultura integrada a través de un notorio avance en los dos ejes que define el ICSI: la implicación de la dirección y la de los trabajadores a todo nivel.

Como herramienta de criterio en este camino es de destacar la Visión Zero, una nueva forma de abordar la gestión de la prevención en la empresa centrada en que las personas son la solución y con la visión de que todos los daños a la salud son prevenibles a través de la capacitación de las personas y su implicación en el proceso. Dispone de 7 reglas de oro:  Liderazgo, Identificar Peligros, Definir Metas, Garantizar un Sistema Seguro y Saludable, Usar tecnologías seguras y saludables, Mejora de la Cualificación así como Invertir en las Personas.