Como hemos comentado en este blog en más de una ocasión, el notorio envejecimiento de la población afecta en gran medida, como no puede ser de otro modo, al mundo laboral.
- Hay menos cotizantes al sistema público de pensiones con lo que se provoca un paulatino aumento de la tensión en el mismo.
- Por tanto, hace que precisemos cotizantes, que suelen provenir de países menos favorecidos, para mantener de manera adecuada nuestro sistema de pensiones y podamos garantizar un nivel de vida aceptable a las personas a las que les llega el momento, y así lo deciden, de abandonar la vida laboral.
- Además, se provoca también que haya personas, a las que les llega la edad de jubilación, que deciden seguir trabajando por diversos motivos: necesidad económica, la mejora de la calidad de vida que nos hace estar en mejores condiciones físicas y psíquicas para seguir trabajando, necesidad de sentirse útil y con el tiempo ocupado más un largo etc.
La legislación ha ido dando pasos, y a buen seguro que lo seguirá haciendo, para flexiblizar estas situaciones además de, posiblemente, ir aumentando la edad de jubilación por la propia necesidad del sistema.
La influencia en el mundo laboral es evidente, y en la prevención de riesgos laborales también, aunque la visión de ello resulta ser algo incipiente aún.
- Pensemos en trabajos físicos; la edad provoca que no seamos tan capaces para desempeñar de manera continuada ciertas actividades físicas o se provoque mayor riesgo de accidente o sufrir patologías de índole profesional.
- Igualmente, el normal deterioro psicofísico asociado a la edad hace que no seamos tan capaces de realizar ciertas tareas y no se puedan cumplir adecuadamente, en tiempo o forma, las necesidades que la empresa precise, aunque no se trate de trabajos físicos.
- Pero lo anterior, para nada significa que nos vayamos convirtiendo en inútiles sino que podemos aportar valor de otra manera y con otras funciones.
Y aquí es donde adquiere valor crucial la idea del Plan de Carrera Profesional y la Planificación de los Recursos Humanos en una empresa, y donde se deberá tener en cuenta la influencia del envejecimiento en la prevención de riesgos laborales.
- Es necesario definir un Plan de Carrera para cada trabajador en función de sus capacidades, formación, intereses y trayectoria y, además, las necesidades de la empresa. Además deberemos tener en cuenta el incremento o no de riesgos laborales en función de la asociación entre edad y contenidos de los puestos de trabajo.
- También es necesario acercarnos a la forma de envejecer que vamos a tener cada uno; esto viene bastante predeterminado genéticamente en los aspectos de personalidad y, ya se va conociendo más, en los aspectos físicos. Pero esto último es un debate bañado de tintes éticos donde aún queda mucho por avanzar, pensemos en aspectos de confidencialidad, etc.
- Lo que sí resulta claro es que los Departamentos de Recursos Humanos y Prevención de Riesgos Laborales -en sus vertientes de Factor Humano y Vigilancia de la Salud- deberán colaborar de manera cada vez más estrecha.
- Pero no nos olvidemos de que los trabajadores son personas y que tienen control sobre sus vidas. También los trabajadores tienen que pensar en su trayectoria profesional y asociarla a su envejecimiento; tienen que participar de forma activa en este proceso y adquirir formación y capacidades profesionales a lo largo de su vida laboral.
- Y, como marco, la Administración debe ser consciente de esta situación y definir políticas que favorezcan el crecimiento de empresas y trabajadores en todo este sentido.
Estamos convencidos de que la empresa que sepa gestionar, a través de su Departamento de Recursos Humanos, el envejecimiento de su plantilla y sepa poner en valor la experiencia y saber hacer de los trabajadores de más edad, dará un paso adelante en su gestión y, por tanto, en su productividad. Sin duda, este aspecto tendrá repercusión positiva en las cuentas de explotación.
Ilustramos esta líneas con un interesante artículo publicado en El País que nos facilita datos sobre este inexorable camino.
http://economia.elpais.com/economia/2016/09/02/actualidad/1472813308_606243.html