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La importancia de la comunicación entre trabajadores y empresa en PRL. Implicaciones en formación PRL

Autor: Javier Cassini Gómez de Cádiz – Auditor Jefe y Director en PREVYCONTROL Entidad Auditora en Sistemas de Gestión PRL

La gestión en prevención de riesgos laborales es y debe ser una tarea transversal en la gestión empresarial, pero de nada sirve una profusa actividad preventiva si no somos capaces de que dicha actividad alcance a los trabajadores que, a la postre, también deben cuidar de sí mismos.

En la aplicación de la prevención de riesgos laborales, para que no sea un instrumento para que parezca que cumplimos con una legislación e influyamos de modo constante en la concienciación de los trabajadores, cobra muy especial importancia la Comunicación.

Solamente tenemos que pensar en los contenidos del Plan de Prevención, como marco general en la gestión de prevención de riesgos laborales de cada empresa, y, concretamente en la definición de procesos de funcionamiento en prevención así como en las funciones que se definan para cada puesto de trabajo; sin una comunicación efectiva no es posible que cada puesto de trabajo, especialmente mandos, pueda cumplir con las funciones encomendadas y, por tanto, la situación ante los riesgos laborales y/o jurídicos derivados sería mejorable.

La prevención de riesgos laborales tiene como objetivo que los trabajadores no sufran daños en su salud, en un concepto muy amplio, por el hecho de acudir al trabajo y desempeñar el mismo. Por este motivo, llegar a los trabajadores, informarles y formarles en los riesgos a los que están sometidos en su puesto de trabajo -requisitos legales en base, principalmente, a los Arts. 18 y 19 de la Ley 31/95 de Prevención de Riesgos Laborales- con el fin de que también cuiden de sí mismos y no cometan imprudencias o actos inseguros.

Por lo anterior, es evidente que la relación en la aplicación de la prevención de riesgos laborales entre comunicación e información/formación es elevada. El momento donde mayor contacto de comunicación con los trabajadores en materia preventiva es la formación inicial de los mismos, pero no debe ser el único sino que debe de llegar a un escenario mucho más amplio y con una claro carácter continuo.

Con ánimo de ayudarnos a pensar y definir algún camino adicional, se van a trasladar algunas ideas que parten de nuestro desempeño profesional y lo que observamos en diferentes empresas en el momento de auditoría en prevención de riesgos laborales.

1. Crear un marco y clima adecuado para que la comunicación fluya sin temores, especial y obviamente, de abajo hacia arriba es un aspecto fundamental. Si no existe miedo a consecuencias derivadas de la comunicación, la información que se transmita será mucho más rica y, por tanto, coadyuvará con la gestión preventiva de modo importante y positivo.

2. En materia de formación e información se realizan muchas más acciones de las que parece y se evidencian. Tristemente, caemos en la cuenta de lo anterior en el momento en que se cuestiona lo que se realiza en formación en una inspección de trabajo o en el transcurso de un proceso judicial. Por tanto, resulta claro que se debe de realizar un esfuerzo para evidenciar todo lo que se realiza.

3. Un ejemplo claro de lo anterior es la formación preventiva, o el complemento a la misma, que facilitan los mandos intermedios y trabajadores especializados en el momento de incorporación de nuevos trabajadores. Aunque prima la explicación de las tareas que se deben realizar, en todo caso se aportan instrucciones prácticas o aplicadas indicando “no hagas esto, que te puede pasar aquello”. Esa formación o información se suele sostener en el tiempo pues un proceso de incorporación tiene una duración variable en función de las tareas asumir o la experiencia y pericia del trabajador que se está incorporando.

4.Relacionado con lo anterior de manera estrecha se encuentra la capacidad de comunicación de que dispongan los mandos intermedios. Resulta de capital importancia que un mando intermedio sea capaz de transmitir de manera adecuada las medidas de prevención que cada puesto de trabajo tiene, sin entrar en este momento en la vigilancia que, además, debe llevar a cabo sobre el cumplimiento de las mismas. Por lo anterior, la empresa debe facilitar recursos para que sus mandos intermedios dispongan cada vez más de mayor capacidad de comunicación.

5. El modo de comunicar es importante. La clásica charla formativa suele ser tediosa y despertar escaso interés en los trabajadores (nos encontramos ante formación de adultos). Se debe realizar un esfuerzo para que resulte amena con un formador que sea capaz de despertar interés, que utilice recursos interactivos, etc. El objetivo es concienciar sobre la importancia de la gestión preventiva y los riesgos laborales que se asumen en el trabajo así como el uso adecuado de las medidas preventivas que se aportan.

6. La actividad de formación e información no se debe limitar al momento de incorporación o al cambio de puesto de trabajo. La prevención de riesgos laborales es una actividad con muy alto dinamismo y, por ende, la información y formación también debe estar salpicada de ese dinamismo. La inclusión en la actividad preventiva de píldoras formativas, videos o consejos vinculados a la prevención de riesgos laborales en los canales de que disponga la empresa, charlas formativas específicas de alto impacto según el sector de la empresa, etc, aportan un carácter continuo a la información y formación en prevención de riesgos laborales que resulta enormemente positivo. Hoy en día existen herramientas que facilitan y prestan apoyo en estas actividades preventivas.

7. Relacionado con lo anterior, la realización de cursos de reciclaje y recordatorio en materia preventiva debe estar planificada y formar parte de la Planificación de la Actividad Preventiva; no olvidemos que es requisito legal que la formación se incluya en la citada Planificación.

8. Pero para el desarrollo de una adecuada aplicación de la actividad preventiva, es necesario crear canales bidireccionales. Los trabajadores deben tener canales de comunicación con los que se sientan cómodos para trasladar lo que puede mejorar en la gestión preventiva; si no hacemos esto estaremos perdiendo un claro potencial de información y esto es algo que la gestión en prevención de riesgos laborales no se puede permitir. Estos canales tienen dos funciones, la de aportación -para lo que es necesario concienciar- de mejoras y, por otro lado, informar de posibles incumplimientos en materia de prevención de riesgos laborales sin que ello pueda conllevar represalias de ningún tipo.

9. Si hablamos de salud mental, como riesgo emergente y con consecuencias en franco aumento, la comunicación entre personas adquiere una importancia capital, tanto para la detección de posibles problemas incipientes, las medidas preventivas que se adopten en este ámbito como en las medidas correctivas ante situaciones manifiestas.

Solemos comentar que existen dos tipos de prevención, la prevención técnica como el trabajo diario de los técnicos de prevención y resto de implicados en la gestión preventiva y la prevención jurídica que se preocupa de que en caso de cualquier contingencia la empresa se encuentre en la mejor situación posible. La conjunción de ambas se da en la totalidad de las empresas y ambas coadyuvan en la lucha contra la siniestralidad. Una adecuada gestión de formación y una comunicación igualmente adecuada, influirá notoriamente en ambos tipos de prevención, como cualquier profesional de la prevención de riesgos laborales puede entender y compartir, llegando a influir en la responsabilidad in vigilando que debe tener en cuenta la empresa.