Prevención de Riesgos Laborales y Jordan B.Peterson (II)
“Trátate a ti mismo como si fueras alguien que depende de ti”
En la anterior entrada del blog de PREVYCONTROL, mi compañero Javier Abad dejó el testigo para comentar la relación entre la segunda regla establecida por el psicólogo clínico canadiense Jordan B.Peterson en su libro “12 Reglas para vivir mejor” y la prevención de riesgos laborales.
La segunda regla expuesta por Peterson es la que figura en el encabezamiento de este texto: “Trátate a ti mismo como si fueras alguien que depende de ti”. Recojo el testigo de mi compañero.
La relación con la prevención de riesgos laborales podemos traducirla de manera nítida si decimos algo así como cuida de tí mismo y toma las medidas que sean pertinentes para que no te ocurran “cosas” en el trabajo.
Como prevencionistas y en el anterior sentido, lo primero que nos vendrá a la cabeza es que a veces se cometen imprudencias en el trabajo y de las que somos, o podemos llegar a ser, los principales perjudicados y, en ocasiones, hasta responsables. Cada persona es la que más puede cuidar de sí misma no poniéndose en situaciones de riesgo, siempre que se disponga de conocimiento al respecto, claro está. Es una aplicación clara del cuida de tí mismo, y esto suele verse de forma nítida en los aspectos gruesos…pero se puede ir más allá y afinar.
Estaremos de acuerdo si decimos que todo puesto de trabajo exige unas competencias profesionales y una aptitud física. Pero también es más o menos adecuado un concreto perfil de personalidad ajustado a cada tarea profesional.
Las personas somos distintas, tanto física como psíquicamente y, por tanto, no reaccionamos del mismo modo a idénticos estímulos. No somos todos iguales ni aptos para lo mismo aunque tengamos parecidas competencias.
¿Es lo mismo tener una baja o alta percepción del riesgo para un puesto que exija trabajo en altura? Es evidente que no.
¿Tiene importancia una mayor o menor tolerancia al estrés en un puesto de trabajo con numerosos estímulos en poco tiempo? Es evidente que sí.
Lo anterior, como muchos otros aspectos, genera o puede generar riesgos laborales. Para actuar ante los mismos debemos autoconocernos y vincular ese autoconocimiento con las situaciones que pueden provocar riesgos en el trabajo debido a nuestra forma de ser, igual que hacemos con nuestras características físicas.
Una vez “autoconocidos” y realizado un trabajo de introspección personal, estaremos en mejor disposición de tratarnos mejor pues realmente dependemos de nosotros mismos durante gran parte de la jornada de trabajo.
Espero que algún otro prevencionista recoja el testigo de vincular el texto de Jordan B.Peterson con la prevención de riesgos laborales y participe de este modo en nuestro blog. ¿Qué tal hacerlo con la regla número ocho?: “Di la verdad, o por lo menos no mientas”.
Javier Cassini Gómez de Cádiz
PREVYCONTROL